Nuestro intelectual honesto volverá a casa, como cada principio de curso y soñará con una vieja diva de los años 50. Un viejo amor de juventud que se regala bombones a sí misma, ve la televisión y además toca el cielo con una belleza que perdió años atrás. Llorará viendo concursos donde regalan fama y regará las plantas con gotas de lejía.
Él podría haber envejecido con ella, con una de esas estrellas de los teatros de Berlín pero no...
Año tras año espera que uno de esos niños crezca y le de importancia a sus crímenes y en consecuencia a su vida. Tal vez recuerde en medio de la noche en una barraca donde trabaja aquel discurso de su profesor de primaria en la escuela de Misiones y eso, cambie la vida de aquél Nazi acobardado y honesto.
En toda tragedia debe existir un coro, en toda cesura debe existir un cambio de plano. Aquél cirujano alemán soñaba con dos cosas:
La vida que dejó en Europa, la vejez de una diva del teatro Berlinés y con un cambio de vida; las dos cosas serían un nuevo despertar.
Primera lección de la terapia.
Todo cambio de vida necesita un coro de niños, una figura retórica a mitad de camino entre la ironía y la personificación de la bondad.
5 comments:
Te sigo, muda ante tanta belleza.Pero te sigo.
Aplausos
if
bonitas ilustraciones...me recuerdan a las paginas de un libro que encontre en alguna isla del Sur de Indochina, 340 km al sur de Pnon-Pehn.
Hablaban de cosas que no entendia, y sus dibujos se agarraban a las letras como no queriendo perder el guion de un vida, las reglas de un personaje que ya estaban escritas.
Pero que haces ahi todos los dias sentado delante de esa computadora!!, coje tu zamarra marinera y vamonos juntos, otra vez , a una de esas maravillosas historias.
Jaja si eres mi viejo y neurótico capitán de barco, manifiestate sabes que muchas de estas historias las vivimos juntos
Maño,
Me he perdido en el texto...again. Necesito esa cerveza a medias pero ya, es evidente.
Sigo ahí, en todo caso.
un abrazooooo.
...y un cahier a encontrar por und esconocido en el futuro.
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