Después de hacer una buena tanda de entrevistas para el nuevo disco compartido con Ramón y Fran tengo un par de cosas que me rondan por la cabeza.
En primer lugar pienso que todo es más sencillo de lo que desde fuera se cree. Hay un momento de tensión común en cada una de las entrevistas. Un momento de inicio donde el entrevistado y el entrevistador tienen que romper todos los clichés y perfiles clásicos. En realidad, no hay ningún enfrentamiento, en realidad creo que ambos tenemos algo en común, todos tenemos algo que nos mantiene bajo presión y eso se nota en ocasiones. El periodista tiene que plantear unas preguntas coherentes y además que se sostengan con una linea editorial propia, el entrevistado tiene que salir airoso sin quedarse en evidencia. Quedarse en evidencia no tiene que ser estrictamente caer en el ridículo, que es lo más fácil, también uno puede decir cosas que no aporten nada a ese trabajo que tanto te ha costado producir: el disco.
En la mayoría de las entrevistas que dimos me resultó muy grato el respeto y el planteamiento poco tenso, es más, me sentí muy cómodo, incluso hubo momentos de tranquilidad, tal vez uno puede transmitir placidez como técnica general, la entrevista no sólo es responsabilidad del periodista.
La otra cosa que me gustaría decir es que uno debe agradecer siempre que en el trámite de la entrevista le recuerden o traigan a colación cosas ya dichas o escritas, concretamente en su blog o foro personal, porque es un terreno pacífico desde el que partir y a mí me hace las cosas más sencillas.
También, para terminar decir que es mucho más divertido el tipo de entrevistas a tres bandas, donde uno tiene momentos para escuchar lo que los otros dicen, porque así entras y sales y se hace más ameno.
No comments:
Post a Comment