Wandergesellen

Ya están las playas vacías y paseo con Ramón como dos desconocidos por la costa brava, ironías de la vida. Queda mucho tiempo para que todo este trabajo salga a la luz y está bien que sea así porque las cosas importantes hay que trabajarlas.

Lo primero que pienso antes de dormir en el hostal Zurich es que una vez más el camino firme me ha traído compañeros generosos, lo de Fran ya es conocido pero Ramón ha puesto mucho entusiasmo en dar luz a mi voz, en hacer brillar mis patrones y metáforas.

Lo cierto es que reconforta que gente que tiene tus mismas obsesiones tenga reconocimiento a su trabajo. En este negocio hay que estar muy integro para sobrevivir y yo huyo de la vanidad pero si te abren la puerta de casa y te invitan a cantar, sale mi sonrisa, cierro la puerta de la pecera y hago todo lo que sé, hago todo lo que tengo.

Al pasar por Barcelona quedo en el puerto a desayunar en un velero con la gente con la que trabajaba cuando terminé la Facultad, muchos libros y miles de proyectos en común me dan paz, la paz del que ha trabajado en lo que soñó.

En uno de los barcos de mis amigos veo una silueta extraña, un alemán que está lijando la madera vestido de época... Rápidamente me explican que es un maestro caminante.... bueno ahí lo explican mejor :

http://www.alemaniaparati.diplo.de/Vertretung/mexikogic/es/04/TrabajarEnAlemania/Wandergeselle__Seite.html

No lo puedo creer... el tipo está ahí con su pendiente de oro, con su libro de viaje y nada en los bolsillos, tres años y un día... qué extraño para nuestros esquemas morales. La verdad es que si lo piensas igual todo sería más de fiar no?

Después vuelvo a casa, y nervioso, paso la tarde cruzando mails con Fran para sentirme seguro y así espero a que llegue un nuevo día.