se terminó el disco

Hemos terminado y tengo la sensación de plenitud esperada. Los días de grabación son un ritual de paso cíclico. Lo cierto es que no sé qué clase de trabajo es este en el que apuestas todo a una y nadie te dice si has ganado o perdido. Por eso es uno de los placeres de mi vida haber encontrado compañeros de viaje tan acertados... así siempre ganas.

No sabemos bien cuando saldrá esto pero yo lo escucho ahora, mirando el agua de la piscina y creo que está sonado en el aire... serán las ilusiones auditivas de estar todo el día dándole vueltas a lo mismo.

Doy gracias a la vida porque, aunque a veces va en serio y te roba lo que más quieres, también te da estos momentos de plenitud esperada. Sólo le pido a Dios que esto me vuelva a pasar.