Preparando lo de las clases he retomado mis apuntes del conservatorio y todas esas teorías sobre acordes raros y armonías que cuesta entender... eso me ha hecho recordar porqué dejé el viejo conservatorio de música.
Recuerdo que después de llevar preparando una obra durante 3 meses, llegaba el día del examen y allí un par de viejitas conservadas en formol, miraban mis dedos...
Yo que tengo una imposibilidad de recordar nada textual: yo que recuerdo las cosas relacionándolas a otras distintas; empezaba mi partitura pensando en tardes en los jardines, en playas llenas de gente, en museos vacíos y con sesiones de cine matinal... Simbad el marino sobre un barco surcando los mares del sur...
Cuando llevaba un buen rato, sonaba una endemoniada campana y las dos viejitas cortaban mi interpretación y me pedían que saltara a otro pasaje...
- Imposible, queridas, imposible no se puede saltar de los mares a los museos así como así,,,
Me quedaba atónito, me quedaba como en medio de una fiesta de pueblo sin nadie con quien bailar, sin ferias, sin escopetas, sin olor a tierra...
Terminaba mi actuación y me iba a casa con una sensación de pánico,,, no sirves para escuchar campanas en medio de la tempestad.
Después conocí el mundo de los viajes por carreteras secundarias, de las giras en geografía real, donde nadie te puede teletransportar de la nacional 2 a la nacional 4 con un toque de campana. Me aferré a ese mundo y dejé el conservatorio... donde se conservan las melodías pero el tiempo se congela...
7 comments:
Amén.
De acuerdo... a medias...
La técnica luego se agradece... ciertos métodos viejunos del aprendizaje están empezando a reivindicarse. La memoria y tal... y no sólo la asociativa...
A mí me pasaba algo parecido en el conservatorio. No tan profundo como lo tuyo. Yo sólo era un vago, pero es que el sistema de aprendizaje no me motivaba nada. ¿Para qué me iba a aprender de memoria un ejercicio de entonación si luego era incapaz de ejecutarlo a primera vista? Sin embargo, con los años opino que todo es útil; incluso la campana de las dos viejecitas...
bueno, no digo que la memoria tradicional sea inútil, pero algunos no la sabemos usar y claro es una cuestión de prioridades... de todas formas, te aseguro que la campana es una jodienda...
Voy a tratar de escrbir un comentario ordenado porque yo tengo demasiada tendencia a divagar y a perderme en carreteras secundarias. A ver... Ayer leí tu post y no pude contestarte de inmediato porque:
- Acerca de lo que decías sobre el aprendizaje basado en la memoria (y al hilo del comentario de Isaac) confieso que me he perdido:
a. Yo he aprendido a golpes de memoria y he disfrutado aprendiendo perdiéndome en los mares del sur. Los conocimientos obtenidos por la segunda de las vías, normalmente han tenido una base más sólida pero no sé si hubiera podido alcanzarlos sin los primeros.
b. Durante muchos años nos han dicho "no te aprendas eso de memoria" "no me repitas como un papagayo" y yo lo he aplaudido mucho (lo q me ha liberado!!!)pero mis sobrinos ahora en el cole se someten todos los días a una sesión de fichas, en las que se repiten ideas y los niños van memorizando y asociando los conceptos.
c. Odio las oposiciones cercanas a derecho, en las que se premia la memoria por encima de todo: para mí son inútiles e inservibles. No se puede formar a jueces y fiscales (por citar un ejemplo) en base a su capacidad para retener y repetir artículos, aunque deban conocer la ley.
d. Todo eso me hace dudar: ¿en qué lado del aprendizaje me sitúo?
e.Entre las dudas Faulkner viene a marearme:
"La memoria cree antes de que el conocimiento recuerde.Cree mucho más tiempo que recuerda, mucho más tiempo del que tarda el conocimiento en preguntarse.Conoce, recuerda, cree un pasillo en un largo edificio frío, arruinado, lleno de ecos, un largo edificio de ladrillos de un rojo sombrío manchados por la lluvia de más chimeneas que las suyas, construido sobre una especie de aglomeración de carbonillas sin una brizna de hierba, rodeado de fábricas humeantes y ceñido por una cerca de alambre de tres metros de altura, como una penitenciaria o un jardín zoológico. Y allí dentro, con un piar infantil de gorriones, unos huérfanos uniformemente vestidos con tela azul surgen en visiones locas y furtivas, desaparecen, después, de la memoria, pero quedan constantemente en el conocimiento, tan constantemente como las paredes frías, las ventanas frías donde la lluvia de carbón de las chimeneas vecinas corre en regueros de lágrimas negras." Luz de Agosto", 1932.
f. Suena la campana y vuelvo a tu post..
- He releido varias veces el post y cada vez que lo hago encuentro un nuevo juego de palabras, una metáfora que me he saltado, una imagen con la que me distraigo horas..(el momento en el que te diriges a las ancianitas y les dices lo de "queridas,..." es delicioso) A veces cuando te leo me doy cuenta de que tu forma de escribir es como la del dibujante de novelas gráficas. A veces encuentro en tus postrelatos frases que me suenan a Sergio Algora ( a lo mejor de Algora que era hacer tan increiblemente real la ficción sin que dejara de ser mágica) y me vienen a la cabeza muchos de sus cuentos.
Pero casi siempre cuando escribes me quedo con ganas de seguir leyendo. Así que buscaré unas tapas de piedra para gurdar todas estas notas que sigues dejando por los pasillos de nuestras memorias.
(Siento la extensión...mil perdones)
Un beso,
eva
if, en el fondo la memoria es uno de mis temas estrella,,, desde Giordano Bruno, Yates a Borges Proust y demás...
yo creo que la clave es no pensar que la memoria es sustituible, los planes de educación, los pedagogos son en general unos tarados, no tienen mucha idea de la magia de la memoria y se quedan en el titular.
la memoria es una búsqueda personal, "el conócete a ti mismo", es en muchas ocasiones acuérdate de quien eres... muchos alumnos tienen serios problemas en conocerse, pero ninguno deja de usar la memoria.
yo tardé años en saber quien era y me convertí en un manipulador de memoria sinestésica, otros juegan con cadenas de números y bueno así cada cual busca la estrategia... lo importante es la parte mágica, la parte en la que con fragmentos de memoria creas ficciones y artificios... esa es la parte difícil pero la más propia del oráculo de Delfos,,, el conocerse a sí mismo implica inventar una travesía, una ruta hacia la isla de los aventureros,,, un viaje a la luna...
eso es lo que pienso...
un viaje a la luna,,,
eso es lo que pienso yo de este post...mil gracias, richi
besos,
if
Di que sí...mejor que no suenen campanas...
Un besote,
Marta
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