Look what they done to my song, Ma...
Es una de las canciones de mi vida, algo que cantaba sin descanso desde que empecé a tocar la guitarra. Como casi todo lo importante que te ocurre, está inmerso en una naturaleza cíclica, va y viene en momentos puntales de tu carrera.
Digo que es una de estas cosas porque cada vez que me pongo a escribir canciones me pregunto qué ocurrirá con ella y qué harán los demás con lo que ahí está recogido. Lo cierto es que siempre pensé que existía la posibilidad de que lo que yo pensaba fuera escuchado pero reconozco, independientemente del éxito o no éxito, que nunca pensé que eso se hiciera realidad.
Por ello digo que es una de las canciones de mi vida porque hay una serie de cosas que han pasado de posibilidad a realidad y es una de las realidades más maravillosas de todas. Ahora bien, eso no deja de ser un calmante, una idea que te deja más tranquilo, ya que cuando estoy preparando las canciones, cuando escribo los textos, cuando las envío a Fran o las enseño en casa sufro un pánico atroz... porque como dice la canción:
"Mira lo que han hecho con mi canción, Ma. Es de las pocas cosas que hago medio bien...
me gustaría encontrar un buen libro para meterme en su ficción y no salir de ahí, quizás me encuentre bien ahí, porque parece que la gente está comprando mis lágrimas... tal vez un día de estos me haga rico." (como dice Fran y Melanie irónicamente pero con toda la razón).
Aclarando lo dicho, que cuando uno se expone siempre tiene razones para quejarse de lo bien o lo mal que le trata la escena, el público, lo que no encaja como tú te lo habías imaginado o lo poco que entienden tu biografía; pero en realidad hay que dar gracias por tener ese miedo, dar gracias porque la gente haga cosas con tus canciones.
